

Al final una buena vida está llena de actos sinceros.
Autor: Raymundo Fortuny Recientemente perdí a mi madre. Llevaba ya una vida insostenible, más de 20 años en hospitales y seguía luchando. Cada vez era más delicada su situación sanitaria. Era una u otra cosa. Muchos gastos y traslados constantemente. Sin embargo, siempre salía de ella una sonrisa, un piropo, una frase de aliento, un regalo a tu día a día. Ella no era famosa ni tenía grandes títulos. Lo que sí le sobraba era fuerza y alegría por la vida. Siempre estuvo rodeada