top of page

El Afán por Comprender

Por Erick Huerta


- ¿Qué es el Tao?

- Tu conciencia ordinaria es el Tao

- ¿Cómo puede uno ponerse de acuerdo con él?

- Proponiéndose estar de acuerdo, te desvías inmediatamente.

- Pero sin proponérselo ¿Cómo puede uno conocer al Tao?

- Conocerlo supone una comprensión falsa, no conocerlo implica una ignorancia ciega. Si realmente conoces el Tao, sin lugar a dudas es como el cielo vacío. ¿Porqué empeñarse en lo correcto o lo incorrecto?


Diálogo entre Chau-chou y Nam-Chuan (Watts 1999).




Llevo once años practicando Aikido, podría decir que soy un alumno constante, pero eso tal vez sería una verdad a medias, mi práctica se ve constantemente interrumpida por viajes, cambios temporales de residencia, motivos de salud, etc. Así, camino unos pasos y regreso otros y si bien podría explicar sus bases, conocer la mecánica de algunas de sus técnicas, no podría decir que lo comprendo.

En el pasado seminario de Kenta Shimitzu en la ciudad de México, se dio un espacio para que respondiera preguntas, quería preguntar alguna de mis múltiples dudas, pero cuando escudriñaba en ellas para formularlas, me daba cuenta que mi comprensión no alcanzaba para desarrollar una pregunta. La más simple y quizás la más profunda, resultaba en algo así como ¿Cómo se logra manejar el Ki? ¿Cómo hacían él y Shimitzu Sensei para moverte con esa energía sin usar fuerza?

La pregunta quedó guardada en mi mente, pensé que era una pregunta que no tenía una respuesta capaz de expresarse en palabras, si fuera así, sería cosa de seguir una receta y cualquiera lo haría y la verdad, es que, aunque he tenido la fortuna de practicar con mucha gente cuyo aikido admiro, solo en pocas ocasiones y no de manera constante, he podido sentir ese Ki que he percibido las veces en que la suerte me ha permitido que tanto Kenta como Shimitzu sensei, me pidan ser uke para mostrar una técnica a mí o un compañero.

A lo largo de estos once años, cada que practico y me corrigen una técnica y trato de ejecutarla correctamente, me doy cuenta que aún con ese esfuerzo y cuidado, no llego a lo que es el Aikido, que aún ejecutándola correctamente eso es solo una apariencia, que quizás puedo hacerlo con técnica perfecta, pero que aún así, hay algo más que falta.

Inicié este escrito con esa conversación sobre el Tao, porque siento que la frase se aplica perfectamente al Aikido, que tratando de dominarlo solo te dará una comprensión falsa, que tal vez la práctica constante, humilde y sincera te llevará un día a incorporarte al Ki y entonces, te darás cuenta de que lo que haces solo es así, que explicarlo es inútil, que es posible solamente descubrirlo.

Escribo estas notas con una pluma fuente que compré hace poco, lo hice porque creo que la caligrafía es un poco como las artes marciales; une la mente y el cuerpo, su dominio resulta en una estética que se logra únicamente fluyendo con suavidad.

Mi experiencia con la pluma se parece a la que tengo con el Aikido, me costó trabajo hacer que pintara, luego de un rato logré que mis escritos se vieran más o menos decentes, cuando eso sucedió la dejé por un tiempo y al volver a usarla; tomó un rato hacer que pintara y toma un poco más hacer que pueda yo escribir decentemente.

Aunque eso sí, cuando la tomo, le pongo el corazón, me interesa escribir algo que valga la pena y aunque tengo que llenarme de paciencia para empezar otra vez, disfruto cada inicio como el primer día que la tomé en mis manos.

Erick Huerta CDMX 1º de noviembre 2022.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page