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Lo complejo de ser un alumno avanzado


Autor: Adrián Herrera.


El Aikido desde que empecé a practicarlo, nunca fue lo que parecía, yo nunca fui de investigar o averiguar que era en realidad, solo lo conocía de verlo en películas o alguna referencia de algún videojuego y eso en particular era lo que me llamaba la atención, me atraía el cómo voltearle el brazo a un tipo sin tanto esfuerzo, detener un golpe y realizar un contra-ataque o cómo hacer que salieran volando sin siquiera despeinarte, obviamente todo eso es adaptación para las películas y precisamente lo espectacular es lo que te motiva a querer aprender más de ello. Sin embargo en la realidad muy poco existe de eso, si es posible en algunos casos específicos realizar movimientos o técnicas como esas, pero qué sentido tiene romperle el brazo a alguien o tirarlo de cabeza para que tal vez quede muerto o paralitico…

Nunca me di cuenta de la responsabilidad que lleva todo esto hasta apenas algunos años, cuando ya después de cierta experiencia e interactuar con gente que está aprendiendo, o que no tiene tanta idea de lo que se puede provocar con el tipo de técnicas que el aikido ofrece, afortunadamente a lo largo de mi camino en el aikido, no he lastimado a nadie de gravedad, aunque si le he provocado tal vez algunas en menor grado, no adrede, pero al final de cuentas pasa y es un riesgo que poco a poco aprendes a controlar según vas avanzando en el aikido.

Es difícil también dejar de pensar en no lastimar a alguien que te agrede, alguien que te quiere lastimar o simplemente por cualquier estúpida razón, en nuestro ambiente últimamente abunda la ira callejera, esa que te surge cuando algún tipo al ir manejando se te cierra, o te tira las luces, y nuestra primera reacción es hacer lo mismo a ese mismo o desquitarnos con algún otro… conforme vas avanzando en el aikido, empiezas a razonar cuales son las consecuencias de tus actos, y muy pocas veces lo hacemos si no practicamos alguna disciplina o un arte marcial, pero eso de practicar aikido fuera del tatami, es uno de los retos más difíciles al ser alumno avanzado, cambiar la mentalidad y lo que en mi caso ha provocado todo eso, es seguir intentando mejorar como persona, tratar de cambiar mis reacciones y sobre todo no dejar de intentarlo por más difícil que esto sea.

También está la parte que me ha tocado como ayudar a dar clase, es tan grande la responsabilidad de no enseñar mal, de lidiar con alumnos nuevos mientras los que ya tienen tiempo no se maten entre ellos, de hacerlos entender, de no hacer que se aburran, que no se lastimen, de intentar que cada quien entienda lo que tienes que transmitir a su forma y en base a sus posibilidades, hay quienes no son muy coordinados, hay quien sí, pero les falla la parte teórica, etc., y todo eso al intentar dar una clase a veces nos abruma como instructores, pero en lo particular el hecho de poder ayudarlos a que también avancen como varios también me han ayudado a mí, es parte de la satisfacción de ser alumno avanzado.

En fin, no es queja ni reclamo, pero ser alumno avanzado es de las épocas más complejas de mi vida, y eso en parte me ha hecho crecer bastante como persona (si, podría ser peor y todavía más antisocial), y espero poder transmitirlo a quien pueda y con eso a quien le quede algo de lo bueno que es el aikido, ya sea en técnica o en teoría, para mi es más que suficiente.


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