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AIKIDO PARA SER LIGERO


"La raíz de todo sufrimiento es el apego". Buda

Autor: Raymundo Fortuny


Hace tiempo he venido pensando en la ligereza, en lo liviano, no propiamente en la practica en el dojo mas bien en general, como concepto, como forma, como parte de nuestras vidas.

Estar ligero de pensamientos, de ideas ayuda a no contraer o engancharse en conflictos. He visto últimamente como al estar más liviano en la mente me ha ayudado a fluir en lo cotidiano, en lo monótono. En la práctica de la meditación se habla mucho de estar ligero de pensamientos de estar preparado para los cambios ya que una mente que se encuentra queriendo cumplir sus expectativas siempre va a resultar decepcionada dado que los resultados siempre son distintos a como nos los hemos imaginado previamente. Al desprendernos de algo, ya sea un objeto material, una idea o un sentimiento ya no lo cargamos, ya estamos libre de ello.

En mi experiencia dentro del dojo he visto que ser ligero es mucho mas conveniente para la práctica del Aikido. Estar liviano, ligero es, creo, la manera de sentir y fluir en este bello arte. Curiosamente, después de tantos años he visto que ser y estar liviano ayuda muchísimo a desplazarnos, a movernos, a practicar, a recibir la técnica, al ofrecer, al caer.

Caer se ha vuelto prácticamente una constante en mi vida. “Caer pesado” más.

Por eso, la ligereza. Deshacernos de todo aquello que no necesitemos, que cargamos de más. Estar liviano, probablemente refiera a bajar un par de kilos, que bastante ayuda en el tatami, sin embargo mi confesión va mucho mas allá. Estar ligero de pensamientos, de emociones, de expectativas hace que la práctica sea lo mas parecida a la de un principiante, la mente del Shoshin. Lorena, nuestra guía (Sensei) en Seirenkan nos lo repite constantemente, tener la mente de principiante para poder recibir la técnica sin precipitarnos hace que la experiencia en Aikido sea puramente Aikido.

En lo que refiere al físico ayuda bastante unos kilos de menos. Tuvimos una conversación en nuestras sesiones técnicas y hablábamos de lo conveniente que es practicar con alguien delgado ya que nos permite movernos de manera mas ágil (aunque sea una percepción). Como Nage podríamos pensar que es muy conveniente porque ademas de desplazar a nuestro Uke con mayor facilidad podemos corregir nuestras propias fallas, sin embargo el verdadero trabajo lo encuentro cuando uno funge de Uke.

Estar ligero permite esos momentos de la infancia, esa flexibilidad añorada donde lográbamos las cosas con solo proponérnoslas.

Sentir la energía y el Kimochi de Nage sin pretender resistir hace que todo fluya que la practica sea mas liviana. Me atrevería a decir que incluso se presentarían menos lesiones. Un maestro Yogi Tibetano decía que las enfermedades ocurren por 2 situaciones: una, comer demasiado y dos, pensar demasiado. Supongo que estar ligero tiene que ver un poco con estas dos cuestiones.

En el Aikido creo que estoy descubriendo nuevos limites con este “nuevo” pensamiento de ligereza, Siento que estos “nuevos” limites los puedo poner yo con una actitud mental diferente.He comprendido que el hacer aikido significa fluir y no resistir el transitar de nuestra esencia en esta vida. Hay que aprender a fluir en caminos planos, sinuosos, oscuros, brillantes, altos y bajos. La práctica de este pensamiento de ligereza hace que todo fluya mejor, que todo avance en la dirección correcta.

Estoy feliz porque he confirmado que estancarse tiene que ver solo con la mentalidad. No con la movilidad. Como bien nos dice Lore en la practica, hay un momento donde estas lento o estas adelantado, estar ligero es estar a tiempo en todo momento e implica una mente de principiante de shoshin. Estar ligero también implica no cargar con los demás ni con sus creencias, estar en paz y en movimiento en todo momento.

“Hay que ser ligero como el agua y adaptarse a cualquier recipiente” decía Bruce Lee. Sabiamente las palabras de este pensador y artista marcial nos deja claro que siempre será más poderosa la persistencia y la adaptación de manera sutil que la fuerza brutal. Además de lo que a titulo personal corresponde he aprendido que estar ligero tiene que ver con la convivencia y la comunicación con los otros. Dentro del tatami y fuera de él. El Aikido nos enseña a ser humildes y a ver las cosas desde otro enfoque, con la ligereza de un niño.

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