Aikido y constancia.
Durante el breve tiempo que llevo enseñando Aikido, he visto pasar mucha gente, algunos se quedan y hacen del Budo una forma de vida en la que seguimos trabajando y perfeccionándonos día con día, otros vienen practican un tiempo, no cumple sus expectativas y se van.
La mayoría de los que desertan tienen en común que entrenan poco; a pesar de haber pagado la inscripción o la mensualidad, asisten sin regularidad al Keiko, son incapaces de cumplir su propio compromiso por asuntos personales o de sus estilos de vida, otros sienten que no progresan y se desesperan, para otros resulta muy duro físicamente, sienten dolor y que no son capaces de sobre ponerse.
El Aikido es para todos, no importa el tamaño, la edad, el género…pero eso no quiere decir que quienes se acercan a esta práctica no tengan sus propios obstáculos.
Algunos de mis alumnos comenzaron el camino del Aikido a la par que yo inicié mi camino como instructora, y de verdad valoro y agradezco la confianza que depositaron en mi, muchos de ellos aun siguen en el Dojo y me da mucha alegría, pues sólo el tiempo y la práctica constante nos permite un entendimiento real y vívido.
La práctica de Aikido requiere compromiso, responsabilidad, no se trata de “pago”, “atiéndeme”, “dame resultados”…, vaya, ni en los deportes sucede eso, mucho menos en un Budo, el alumno debe tener el espíritu de superar sus propias limitantes día con día, en un deporte de combate es simple, ganas o pierdes, pero eso no existe en Aikido, cada día es un combate con uno mismo, uno tiene que sobreponerse al frío del tatami, al cansancio, al dolor del proceso de aprender a hacer Ukemis, a la frustración de que no salgan las cosas a la primera, hacerse fuerte mentalmente no sólo físicamente… ese crecimiento solo se logra en el Keiko continuo, probando constantemente y empujando los límites más y más.
El Aikido es un camino de vida, no es fácil transmitir esto, pero es verdad, O’Sensei decía "El aikido es un entrenamiento espiritual (kon) que usa un arte marcial (haku) como instrumento" y no llegamos a esto a través de discursos, la practica física, la técnica y el entrenamiento constante nos cambian, nos hacen mejores seres humanos.
